Reseña novela: Los años lejanos de Konstantin Paustovski. Espectacular nueva edición
A los que nos gustan los libros, una buena edición nos enamora y nos emociona. Ni conocía a Paustovski, ni a la Editorial Trotalibros, pero ya no me olvido ni de uno, ni de otro. ¡Pedazo de libro bien hecho! Me ha encantado el continente, y el contenido claro.
Maravillosa edición del clásico Los años lejanos de Konstantin Paustovski, por la Editorial Trotalibros.
Ya sé que lo fundamental de un libro no es el formato físico en que se presente, pero hay veces, como esta, en que merece la pena detenerse a señalar. No conocía la Editorial Trotalibros, que tiene sede física en Andorra, como los youtubers. Los años lejanos es un clásico de la literatura rusa del escritor Konstantin Paustovski, es el primero de 6 volúmenes de su autobiografía, titulada en esta edición: Historia de una vida y que como cuenta el editor Jan Arimany en la nota al final, es una traducción directa del ruso, trabajo monumental de Manuel Ángel Chica Benayas, un enamorado de Rusia y su cultura, licenciado en Filología Eslava que ha hecho un muy buen trabajo en esta obra. No es el primer autor ruso que traduce. El libro tiene 386 páginas y la primera edición es de octubre de 2024, aunque el autor lo publicó en 1964. Tapa dura, bien organizado el texto, bonita portada y bonito interior tanto de las guardas como los capítulos. Me gustan las explicaciones del editor, que es algo que siempre echo en falta, y me ha gustado que contenga información sobre el autor y sobre el traductor, es un plus muy interesante. Un 10 a la edición.
Los años lejanos es el primer volumen de la obra maestra de Paustovski, la monumental: Historia de una vida, su autobiografía literaria.
¿Me ha fascinado? Pues tampoco la verdad me ha gustado. Me ha parecido una lectura serena, sin artificios e interesante. El protagonista, que es el propio autor, porque se trata de su autobiografía, reflexiona sobre los primeros años de su vida. Parte de la muerte de su padre, que no fue desde luego un modelo de paternidad responsable y luego, vuelve atrás para narrar los años más lejanos de su existencia. Lo hace con dinamismo, metiendo conversaciones, canciones o discursos muy concretos, que necesariamente no puede recordar con exactitud, pero que hacen que la lectura sea ágil. De vez en cuando se recrea en la descripción de paisajes o personajes y sentimientos, pero aún siendo ajenos a la cultura eslava o su historia concreta, es una lectura nada pesada y edificante. Ahí va una muestra:
Aquel fue el último verano de mi verdadera infancia. Luego ingresé en el instituto. Nuestra familia se dispersó. Me quedé solo muy pronto y en los últimos años del instituto ya me ganaba la vida por mi mismo y me sentía completamente adulto. A partir de aquel verano estuve unido para siempre y con toda el alma a Rusia Central. No conozco un país con un cinismo tan poderoso, con una tipicidad tan conmovedora, con toda su tristeza, serenidad e inmensidad, como el cinturón central de Rusia. La magnitud de este amor es difícil de medir. Cada persona sabe por sí misma por qué ama cada brizna de hierba bañada de rocío y templada por el sol, cada jarra de agua de un pozo del bosque, cada árbol junto a un lago cuyas hojas revolotean a pesar de la ausencia de viento, cada canto del gallo y cada nube que flota en el cielo pálido y alto. Y si a veces deseo vivir años, como predijo el abuelo Nechifor, es solo porque una vida no basta para experimentar hasta el final todo el encanto y toda la fuerza sanadora de nuestra naturaleza rusa.
Precioso, ¿no te parece? He de decir que en mi opinión, este libro no destaca por una prosa florida, de una construcción especialmente bella, aunque tiene puntos en los que destacan.
Como desconocedor de la cultura rusa y de la historia que comparten Rusia y Ucrania, me ha sorprendido leer que el autor, criado en Kiev habla de sí mismo como ruso en una época anterior a la URSS, con el zarismo, que precisamente, narra un acontecimiento en el que tuvo la oportunidad, como estudiante, de cruzar unas palabras con el último Zar de Rusia, el desafortunado Nicolás II, que celebraba allí el aniversario de aquel instituto, seguramente hoy arrasado por la invasión rusa de Ucrania.
Hay una sucesión de acontecimientos, que demuestran la atención al detalle del autor de niño, muchos momentos bonitos vividos con los profesores y compañeros del instituto, la vivencia del primer amor blanco, y es ciertamente doloroso el desarraigo familiar. Leyendo el libro, uno cree que es hijo único, y aunque tiene una hermana y un hermano mayores, el trato con ellos es prácticamente inexistente, también con su padre y no es que con su madre se lleva especialmente bien, en el sentido de que sus expresiones y el modo en que se conducen, es más bien fría.
Un buen libro de lectura ágil, con el que comenzar a descubrir a Konstantin Paustovski. Ya he encargado el segundo volumen.
¿Quién es Konstantin Paustovski?
Konstantin Gueórguievich Paustovski nació en 1982 en Moscú. Paustovski creció entre Kiev y el campo ucraniano. Estudió en el primer Instituto Imperial de Kiev, en esos años escribió sus primeros relatos, que publicó en diferentes revistas, como se narra en este libro. Empezó a estudiar en la Universidad de Kiev, pero en 1914 lo dejó para estudiar Derecho en la Universidad de Moscú. Sirvió en la Primera Guerra Mundial, en la unidad médica, al regresar se instaló en Moscú y se ocupó de su madre. Trabajaba en una fábrica metalúrgica, cuando comenzó a trabajar en su primera novela: Romantiki con la publicación de Kara-Bugaz en 1932 alcanzó la fama como escritor. Esté libro forma parte de la obra que lo consagró y que se considera su obra maestra. Los años lejanos, publicada en 1964 cuando tenía 72 años a la que siguieron otros 5 volúmenes, lo llevó a ser 4 veces nominado al Nobel de Literatura.
Me congratula descubrir que Paustovski dedicó sus últimos años a luchar contra el Estalinismo, contra el totalitarismo y a favor de la democracia en la Unión Soviética. Murió en Moscú en 1968. Creo que los siguientes volúmenes serán igualmente interesantes, más en realidad, y si están igual de bien editados, que no lo dudo, será un placer leerlos. Para resumir, me ha gustado mucho este libro y en esta edición concreta.