No suelo leer ciencia ficción, pero tenía ganas de ver cómo era una edición de la editorial Impedimenta y por eso me compré: Las huellas del sol de un autor desconocido para mi: Walter Tevis, pero del que ya no me voy a olvidar seguro, porque esta novela distópica, galáctica, ambientada en nuestro planeta de 2063, me ha gustado muchísimo. Creo que en parte, gracias a la traducción de Rubén Martín Giraldez. La edición de Impedimenta es rústica me ha enamorado, con un tipo de papel en las cubiertas, que si bien se ensucia con mucha facilidad, es diferente a todo lo que he visto, me ha gustado mucho, tendré que estar atento a otras publicaciones de esta editorial Madrileña.
- Walter Tevis fue un novelista y escritor de relatos cortos norteamericano.
Nacido en 1928 en San Francisco donde vivió los diez primeros años de su vida, luego su familia se lo llevó a Kentucky. Estudió Literatura Inglesa y comenzó a trabajar en un instituto, fue en esa época en la que comenzó a escribir y a lo largo de su corta vida, puesto que falleció en 1984 con solo 58 años, escribió muchos relatos cortos y novelas como: El buscavidas, Sinsante, Las huellas del sol o El color del dinero, que tuvo una famosísimo adaptación cinematográfica de la mano de Martín Scorsese. Escribió más, pero no todo lo tenemos en español, Impedimento público en 2022, Sinsante y prepara ahora la edición de otras obras de Walter Tevis.
- Las huellas del sol es una sátira galáctica, un clásico de la ciencia ficción.
Corre el año 2063 cuando Ben Belson, el protagonista de las huellas del sol, le dicta a su ordenador sus memorias. Los recursos de nuestro planeta se están agotando, tiramos a base de carbón y madrea, porque el petróleo terminó y el uranio prácticamente también. Se han organizado expediciones espaciales para encontrar uranio, pero han terminado por prohibirse, porque no han encontrado nada y han empleado gran cantidad de esos recursos menguantes. China es la potencia global mientras los Estados Unidos están agonizando carentes de energía en manos de la mafia. Ben Belson es el hombre más rico de la tierra. El magnate estadounidense decide en un momento dado, hastiado de su vida de opulencia, y empujando por la rabia que le genera su impotencia sexual repentina, solventar el problema energético de la tierra. Para ello, invierte la mitad de su fortuna, en comprar y equipar una vieja nave espacial china, de la época de la exploración del universo, para salir él a hacer, lo que intentaron varias naciones y no consiguieron. Está prohibido salir al espacio, por el gasto de recursos que requiere. Ben Belson es un tipo inmaduro y egocéntrico, que a través del éxito económico, busca resarcirse por la falta de atención y amor que recibió de sus padres cuando era niño. Sale al espacio y llega a un planeta que bautiza enseguida con su propio apellido. En Belson no hay uranio, solo una hierba inteligente que canta y otra, de fabulosas propiedades analgésicas. De vuelta a la tierra, se desvía y encuentra Juno, planeta al que bautiza así en honor a su caballo de la infancia. Allí sí hay uranio. De repente, el futuro del planeta está en sus manos, pero él solo es un niño grande, caprichoso y adicto a la morfina. El final de la trama, buenísimo, me parece una genialidad.
- Interesante lo que Walter Tevis preveía para el futuro y lo que realmente ha sido.
Las huellas del sol fue publicada originalmente en 1983, junto a otra obra: Gambito de Dama, Impedimento la recupera ahora en 2024. Me resulta muy sorprendente y agradable, por lo actual, el vocabulario es contemporáneo y las expresiones radicalmente modernas, me llevan a pensar que el traductor algo ha tenido que ver, o que en los cuarenta años transcurridos desde su publicación, la forma de expresarse no ha cambiado apenas. Es muy interesante leer, los cambios que Walter Tevis preveía y que en general han fallado, tanto en lo que a energía se refiere, como en geopolítica. Lo que más me llama la atención en este sentido, es que el autor data a Ben Belson, el más rico del mundo, de 3.000 millones de dólares. En 1983 eso sería algo estratosférico, hoy el más rico del mundo posee por encima de 200.000 millones. Me ha gustado mucho: Las huellas del sol y como escribe Walter Tevis, os animo a leerlo.