La lectura de King’s Corp me ha hecho republicano
Siempre he defendido la institución monárquica inserta en un sistema parlamentario, exactamente lo que tenemos en España. La lectura del libro King´s Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I me ha hecho republicano.
El argumento económico a favor de la monarquía.
No todo es malo en un sistema como el español que es una monarquía parlamentaria. Siempre había pensado, hasta que leí este libro de José María Olmo y David Fernández, publicado por libros del K.O. que la institución monárquica nos salía barata. Esta investigación periodística, nos ha desvelado que realmente no es así. En un principio los presupuestos generales del estado le asignan a la Casa Real aproximadamente 8 millones de euros, una cifra muy razonable para la jefatura del estado. Si tenemos en cuenta que nada de lo que disfrutan es en principio suyo, ni los palacios, ni los vehículos, ni las obras de arte, una asignación de alrededor de 200.000 euros anuales para la persona que ostenta el principal cargo institucional del país está bien, es lógico, es aceptable. Pero luego resulta que la cosa no es así, porque el anterior rey tiene al parecer, según el libro; fincas enteras en Madrid, de lujo por supuesto, coches de hasta 500.000 euros a nombre de amigos, una colección de 400 relojes de los que se le vió con uno de más de 300.000 euros. Y varias sociedades opacas con las que se ha llegado a gastar 8 millones de euros en unos pocos años en vuelos privados por todo el mundo.
Juan Carlos I ha matado la monarquía.
Seguramente sigue siendo más barata la monarquía que un ministerio de la presidencia republicana, solo hay que ver el coste de la institución en Francia, pero es inaceptable que una persona que nos representa a todos, que es la cabeza visible del país por libre designación de un dictador, haga lo que le parezca, saltándose flagrantemente la ley en varios sentidos, utilizando al estado y sus mecanismos como el CNI a su favor y no sólo eso, sino que cuando le pillas, la judicatura lo protege y le permite resolver fácilmente sus entuertos a través de regularizaciones, que cualquier otro ciudadano no podría haber hecho. No pasará nada de manera inmediata, eso seguro, porque los españoles ya está visto, somos gente pasiva, pero a la larga, el daño reputacional que el ex monarca ha hecho a la corona, pasará grave factura.
La mecánica del poder real.
Cuando el dictador nos impuso la monarquía, Juan Carlos I tenía todo el estado en sus manos; palacios, coches, aviones y gente, pero todo había que justificarlo y lo que no tenía y deseaba, eran caprichos de rico. El rey no es rico, bueno ahora sí, pero no lo era de cuna, era un simple funcionario del estado, aunque bien pagado. En el libro King´s Corp se explica muy bien cómo en la constante relación del Rey con los verdaderos ricos del país, aquel vio que esa era la vida que él deseaba y creía merecer, así que entre los empresarios españoles a los que ayudaba a enriquecerse y sus homólogos árabes, se ha buscado la vida que como funcionario le era del todo imposible. Robar no ha robado, no ha pagado impuestos y se ha aprovechado del estado para vivir infinitamente bien. Una lástima, porque creo que todos lo apreciábamos con sinceridad y valorábamos su papel al frente de la institución, tras esta lectura yo ya no puedo verle igual no a él, a la institución monárquica en su conjunto.